Para muchas personas, reciclar ya es algo instintivo. En general, estamos de acuerdo en que tirar todos los desechos al mismo contenedor y mandarlos a incinerar o enterrar es retrógrado e ineficiente. Pero pasar el principio de separación del hogar a la industria pesada ha sido algo más complicado. El servicio ReCapture de la sueca White Arkitekter promete cambiar las reglas.
Es cierto que se han dado pasos de gigante en el reciclaje de algunos materiales de construcción, como el acero, que es actualmente el componente que más se recicla del planeta. Y cada vez cobra más fuerza la idea de que pueden reutilizarse edificios enteros. Se espera que la aplicación de tecnología BIM (Building Information Modeling) ayude al sector a dar el salto a la circularidad de una vez por todas.
Muchos proyectos de construcción buscan transformar edificios existentes en algo más acorde con los modelos actuales de trabajo y estilo de vida, especialmente cuando la construcción primitiva alberga valor patrimonial. Pero evaluar el potencial de reciclaje de un edificio es, en ocasiones, un proceso manual y laborioso.
Capturar (o registrar) todos los componentes y materiales de un edificio, algo complejo y de gran tamaño, y decidir cuáles de ellos pueden reutilizarse, no es tarea pequeña. Y llevar a cabo medidas y listados de todo, desde una viga hasta un tornillo, no es más que el principio. Después debe evaluarse cada elemento para determinar si puede reciclarse o si, por el contrario, problemas como la toxicidad o la huella de carbono hacen que lo mejor sea desecharlo.
Incluso cuando se cuenta con este tipo de datos, compartirlos con todas las partes involucradas en un proyecto supone sus propios desafíos. El proceso exige la participación de muchos agentes, gran cantidad de documentos y numerosas reuniones. Sin olvidar el factor analógico. Es verdad que muchas veces las medidas se toman con un escáner láser, pero el bolígrafo sobre papel sigue a la orden del día. A continuación, todo se pasa a una hoja de cálculo, quizá, aunque no siempre, con una foto adjunta.
Los cálculos más conservadores indican que el sector de la construcción comprende el 30 % de la extracción de los recursos naturales del planeta y genera el 25 % de los residuos sólidos a nivel global. La Circular Economic Research Survey anual del UK Green Building Council sugiere que el planeta va camino de triplicar su extracción de material en las próximas tres décadas. Si el sector no cambia su forma de operar, la producción de residuos también se triplicará para 2100.
Mientras tanto, el precio de los materiales de construcción no deja de subir. Eso sí: reciclar aporta ventajas económicas. Solo en Europa, adoptar los principios de la circularidad podría traer un gran ahorro, muchas oportunidades de negocio y mejoras operacionales por valor de más de 1,8 billones de euros para el año 2030.